Mientras sigo avanzando en la cabeza de BD-1, hoy voy a hacer un inciso en la construcción física de BD-1 para comenzar a contaros que tengo en mente en lo que a electrónica se refiere.
Cuando hago un nuevo droide, ya sea completo o sólo un nuevo dome, siempre dedico tiempo en pensar que quiero que haga el droide, ya que según lo que quiera hacer el diseño del droide puede variar, y es mejor tenerlo claro antes de comenzar para no tener que rehacer trabajo. En el caso de BD-1, Mr Baddeley tiene en su diseño un mando de control remoto para mover el droide. Este mando va conectado por cables a BD-1 y permite mover el droide al gusto de quien maneja ese control.

Sin duda esta opción es muy buena para quien quiera manejar a BD-1 de una forma sencilla y sin muchas complicaciones. El control se imprime en 3D, por lo que también es una opción barata. El punto negativo es que con ese control conectado por cable al droide hace que BD-1 pierda parte de la magia de parecer un droide real, y eso para mi es una pega muy importante.
Lo primero que pensé fue en usar el ya conocido mando move de PS3 para mover al droide a distancia a mi antojo. Es una buena opción y fácil de adaptar. Se podría poner algún tipo de instrucción para que funcionara en «automático» y que se moviera solo sin mando, para combinar la parte de control total y la parte de que parezca un droide de verdad. Sin embargo perdía ese punto de interacción que creo que le pega a un droide pequeño y estático como este. Así que decidí que era buena idea ir un paso más allá, olvidarme de mando a distancia, y que el droide fuese capaz de responder a pequeñas instrucciones sencillas de voz.

Esto es un módulo de reconocimiento de voz. Es barato (unos 15€) y permite almacenar hasta 15 instrucciones, aunque con la limitación de sólo responder a 5 a la vez. Estos 3 grupos de 5 instrucciones se pueden seleccionar por software, por lo que con un simple switch de 3 posiciones podemos cargar el grupo que nos interese. De momento sólo tengo claras las 5 instrucciones básicas:
- Hola BD: Esta orden «despertará» a Bd-1, pasando a modo automático (sonidos y movimientos aleatorios)
- Adiós BD: Esta orden pondrá a BD-1 en modo reposo. Es una especie de apagado pero capaz aún de recibir órdenes.
- Maestro Cordova: Con esta orden BD-1 simulará la reproducción de un holograma del Maestro Jedi Eno Cordova.
- Música: Sonará música del universo Star Wars (cantina por ejemplo) y Bd-1 se moverá siguiendo el ritmo.
- Regalo: BD-1 expulsará de su base una carta de regalo con un dispensador de cartas similar al que ya hice para el Mouse Droid.
Más adelante puedo cargar más instrucciones que permitan interactuar aún mas con BD-1.
Se que estas placas de reconocimiento de voz son muy sensibles al ruido ambiente, por lo que es posible que en algún sitio con ruido no funcionen. No quiero dejar a BD-1 «inservible» si pasa eso, por lo que mediante botones en la base también podré disparar esas 5 instrucciones.
Esto me lleva al siguiente punto. No voy a usar la base de BD-1 que ha diseñado Mr Baddeley. Necesito hueco para poner el dispensador de cartas y añadir todos los botones que he dicho (más uno adicional para subir y bajar el volumen). Por ello mi idea es hacer una base diseñada de cero, similar a la que hice para LS-LT5, y que está totalmente inspirada en la que hizo Andrew Donatelli para su BD-1. Además es más compacta y ocupa menos espacio, lo cual es un plus para el almacenamiento y transporte del droide.
Una base como esta me permitirá poner todos los botones, switches, dispensador de cartas y demás cosas que tengo en mente. Por supuesto, el software correrá en una placa Arduino, seguramente una Arduino Uno, aunque eso ya lo iré viendo sobre la marcha.
El siguiente paso es probar el sistema de reconocimiento de voz para comprobar que funciona tal y como yo quiero. Ya os seguiré contando como avanza toda esta parte, que para mi, es de las más divertidas de construir un droide.
Continuará…