Antes de terminar la pintura, terminé el aro inferior que ya os enseñé en la ultima entrada. Una vez pegado, se enmasilló y lijó hasta que quedo liso. Tampoco tiene que quedar excesivamente perfecto, ya que esa parte luego va tapada con cinta adhesiva de aluminio.
Tras esto, ya tocó enmascarar el naranja y comenzar con la pintura del resto del dome.
Lo primero fue dar una capa de color blanco para unificar la base, y tras eso, azul. Yo uso Tamiya TS-51 (Racing Blue), el mismo color que usé en su día para mi R2.
Hubo un cambio de última hora en el diseño. La parte superior tenía pensada pintarla en azul también, pero al final, al ver que el azul era ya mucha superficie, decidí dejarla en blanco. Las tapas van en negro, que además destacarán más con el blanco que con el azul original.
Tras quitar todo lo que había enmascarado, el resultado fue este.
Como ya he dicho varias veces, la parte del aro inferior lleva una cinta adhesiva de aluminio.
En cuanto a los cuadrados de la parte del cuello, lleva también unos adhesivos holográficos similares a los que lleva R5-D4 en las películas.
Tras cortarlos con el tamaño correcto, y pegar todo, el dome tiene ya este aspecto.
El último detalle de pintura que queda del dome es añadir unas pequeñas líneas negras alrededor de cada uno de los 3 huecos que tiene el dome donde van unas piezas de adorno. En lugar de pintarlas, he usado unas tiras de vinilo negro adhesivo ya precortadas.
Hora de colocar todas las piezas del dome para ver que aspecto tiene.
Y este es el aspecto en el cuerpo, con los paneles laterales que llevará este droide, que hace que el aspecto sea aún más distante a R2-D2, pese a compartir el mismo cuerpo ambos droides.
Ahora quedan poner las tapas superiores, que al estar automatizadas no es algo trivial de poner, y toda la electrónica, que como comenté en el anterior post, tengo que rehacer en gran medida.
Continuará…
droidbuilder.es 
Deja una respuesta